Parrocchia Madonna dei Sette Dolori es una iglesia ubicada en Pescara, que se encuentra en una de las colinas de la ciudad, famosa por su atractiva arquitectura antigua, con piedras y ladrillos a la vista. Esta basilica es muy popular entre los fieles de la ciudad, siendo administrada por los frailes Franciscanos Capuchinos. En el interior hay frescos hermosos y la estatua milagrosa de la Virgen con Jesús recién expirado sobre sus rodillas y siete espadas atravesándole el corazón. Los fieles acuden todos los días en masa para escuchar la misa a las 6:00 am celebrada por el Padre Guglielmo, quien fue uno de los hijos espirituales de San Pío. El excelente trabajo de los Frailes hace que el lugar este lleno de gran religiosidad e inmensa devoción, con invitados llegando desde otras regiones para venerar a la Virgen. La iglesia es también famosa por su tradicional fiesta en los primeros días de junio rodeando al Trofeo Matteotti, una carrera ciclista internacional. En Parrocchia Madonna dei Sette Dolori también hay confesionarios presentes en la sala contigua y banos accesibles lo que lo hace único e inusual. Si estás visitando Pescara, no dudes en visitar esta hermosa basilica llena de fe y tradición para vivir un momento único e inolvidable.
¿Qué hacer en Parrocchia Madonna dei Sette Dolori? ¿por qué visitarla?
1. Visitar la hermosa Basilica y admirar la estatua de la Madonna dei Sette Dolori.
2. Asistir a la misa diaria a las 6:00 para vivir una experiencia espiritual única.
3. Participar en la Festa del Pueblo que se celebra los primeros días de junio cada año.
4. Ir a rezar al santuario y encontrarse con Dios para regenerarse espiritualmente
Recomendaciones:
1. Visitar este lugar sagrado para descansar el espíritu y meditar frente a la imagen milagrosa de la Virgen.
2. Asistir a las Misas Dominicales celebradas por el Padre Guglielmo para experimentar verdadera espiritualidad durante 40 minutos.
3. Aprovechar esta oportunidad única para conocer mejor los frailes franciscanos que administran este santuario importante y escuchar historias sobre su fe y humildad desde hace siglos atrás.
4. Visitar esta iglesia maravillosa para disfrutar de su encanto y tranquilidad, incluso si no se es creyente, lo que sin duda satisfacerá al visitante exigente