¿Alguna vez has escuchado hablar del monumento a los caídos de Savona? Es una experiencia única que debes vivir si estás cerca. Cada día a las 6 pm, el repique de 21 campanas rompen el silencio de la plaza en memoria de los caídos en la guerra. El tráfico y los peatones se paran al sonido del timbre, un gesto único e inmutable en honor a aquellos que lucharon por nuestra libertad. Este monumento fue construido después de la Primera Guerra Mundial, pero su significado se ha ampliado con el paso del tiempo. Cada día a las 6 pm se detiene todo para recordar y agradecer. Si estás por allí, no te pierdas esta hermosa tradición. Será un momento único e irrepetible para ti y tu familia.
1. Escuchar el toque de la campana a las 18:00.
2. Ver el Monumento de bronce con su base de mármol.
3. Pasear por la Plaza Mameli y visitar las tiendas cercanas.
4. Participar en el flash mob al sonido de las campanadas
1. Respetar el minuto de silencio que hay una vez que finaliza el toque de la campana.
2. No olvidar visitar la hermosa Plaza Mameli con sus arcadas aledañas y edificios del siglo XIX al fondo.
3. Aprovechar la experiencia para reflexionar sobre los horrores de cada guerra y lo precioso que es tener la paz en nuestras vidas.
4. Acostumbrarse a detenerse durante unos segundos para recordar a los caídos, como un gesto obediente e imperecedero hacia aquellos que perdieron su vida en conflicto bélico
¿Qué hacer en Monumento ai Caduti 1915-18 - “Rintocchi e Memorie”? ¿por qué visitarla?
1. Escuchar el toque de la campana a las 18:00.
2. Ver el Monumento de bronce con su base de mármol.
3. Pasear por la Plaza Mameli y visitar las tiendas cercanas.
4. Participar en el flash mob al sonido de las campanadas
Recomendaciones:
1. Respetar el minuto de silencio que hay una vez que finaliza el toque de la campana.
2. No olvidar visitar la hermosa Plaza Mameli con sus arcadas aledañas y edificios del siglo XIX al fondo.
3. Aprovechar la experiencia para reflexionar sobre los horrores de cada guerra y lo precioso que es tener la paz en nuestras vidas.
4. Acostumbrarse a detenerse durante unos segundos para recordar a los caídos, como un gesto obediente e imperecedero hacia aquellos que perdieron su vida en conflicto bélico